Inocente

Inocente, tú, que pensabas que estudiando una carrera ibas a tener la vida medio solucionada. Ves ahora cómo tu sueldo es basura, y el piso al que aspiras es uno con cinco personas más dentro, de 50 metros cuadrados, a reformar.
Inocente también si sigues ilusionado por uno de protección oficial, eso es un espejismo, sólo existen en las noticias, para que pensemos que algún dia tendremos posibilidades de tener uno. Cuando luego lo que ves es que si tienes la absoluta suerte de que te toque uno - creo que tienes más posibilidades que te toque la ONCE - a los cinco años te pegarán la patada en el culo para meter a otro pringao como tu, que también estudió otra carrera pensando tener la vida medio solucionada.
Inocente tú, que cambias de trabajo buscando una mayor estabilidad, para poder empezar a proyectar tu futuro, sin plantearte más que un sueldo digno y un horario que te permita vivir. Pero lo que no sabes es que esas dos cosas no son compatibles. Si quieres un sueldo digno, chúpate horas hasta reventar. Si quieres tener vida, arreglate para coser rodilleras a los pantalones y empieza a hacer régimen porque tu mísero sueldo no dará para que vivas.
Inocente tú, que pensabas que tu empresa te quería, que tenías una seguridad, y cuando vuelves de tu semana con gripe te dicen que ya puedes volver a la cama, que no quieren enfermos ni lesionados ni embarazadas ni gente que se rompa huesos ni gente que tosa ni que le duela la cabeza ni que tenga que ir al banco ni nada que le impida acudir sus horas reglamentarias - para ellos - al trabajo como un robot.

Inocente tú, que imaginas un futuro.

Inocente tú, joven.