IKEA vs MATRIX

No hay duda de que la película Matrix creó un precedente en la historia del cine por sus métodos de grabación. Aún recuerdo cómo se me pusieron los pelos de punta al ver el "making off" y ver el despliegue de medios que fueron necesarios para captar las diferentes escenas. El mundo de las 3 dimensiones reflejado en 2 dimensiones. Una innumerable cantidad de cámaras captaban imágenes rodeando a los actores y su decorado, para no perder detalle de la transacción lateral. Todo giraba, como si pudieras manejarlo a tu antojo. El engaño al ojo humano fue posible. De hecho, y a modo de curiosidad informática:

tras tantísimas fantasmadas que hemos podido ver en la pantalla sobre los Hackers - esos personajillos extraños que se tiran 30 horas al día tras la pantalla de un ordenador, con sonrisa pérfida, casi orgásmica, intentando entrar en los sistemas informáticos ajenos -, en la película Matrix utilizan realmente herramientas Hacker.

IKEA también lo ha conseguido, seguro. A veces cuando voy a IKEA y veo esos precios pienso que no pueden ser reales. Mucha gente lo critica por su supuesta mala calidad. Pero nada más lejos de la realidad. Éstos tios (IKEA en general), le pese a quien le pese, hacen un buen trabajo. O al menos, al ojo humano también han conseguido, a modo Matrix, convertir lo que pudiera ser una baratija en un objeto de diseño codiciado por todas las series de TV y que vas a ver repetido en miles de hogares que, creyendose "chic" optan por comprar ese objeto que a su vez ha comprado otro que también se creía "chic" (y así podría rellenar durante miles de palabras mi blog, pero no quiero parecer quijotesco). He sido victima de éste poder martixiano de IKEA. Ahora estoy seguro que estás pensando que me ha salido buena "la cosecha", o que he empezado demasiado pronto el fin de semana y he anticipado "la fiesta" unas horas. Pues no. Ni una cosa ni la otra. ¿Entonces por qué intento relacionar IKEA con MATRIX?

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