20 febrero 2007

Consejo para la vida

Estando yo pensando, que es bigerundio, me he dado cuenta de lo fácil que podría llegar a ser la vida si nos planteamos únicamente 4 preguntas básicas. Contando que un hecho tiene unas consecuencias, y por lo tanto, dichas consecuencias serán lo que marquen tu proceso vital no el hecho en sí, hay que plantearse rápidamente lo siguiente:

1. ¿Qué quiero hacer?

Está claro, este sería el objetivo. Marquemosnos de referencia por ejemplo, volar. Yo quiero volar. Aquí pasamos al segundo planteamiento;


2. ¿Qué puedo hacer?

Pero no fantaseémos. Quiero decir, ¿realmente puedo volar?¿está a mi alcance?¿soy un pájaro?¿Si salto por el balcón lo conseguiré? Pasamos a la siguiente pregunta;


3. ¿Qué debo hacer?

Este momento es el crucial de todo el desarrollo de esta disertación. ¿Realmente esto que me planteo no tiene unas consecuencias nefastas para mi?¿Debo hacerlo?¿No tengo vertigo mortal o una enfermedad cardiovascular que, al volar, me de mas penas que alegrias? Valora las consecuencias de ese acto, del volar, de lo que te estés planteando, pero no dudes. Utiliza una respuesta binaria: 0 ó 1; Si crees que es 0, no lo hagas, aunque puedas, aunque quieras, no lo hagas, no has pasado la clave 3. Que es 1, sigue planteandote la siguiente.

4. ¿Qué he de hacer para conseguirlo?

Si la pregunta 3 ha tenido respuesta, tendrás que responderte a esta antes de conseguir tu objetivo. Estamos de acuerdo que por mucho que lo intente, no soy Superman. Por lo tanto, tendré que usar algo, buscar algo o que algo me ayude para volar. Optemos: ¿Paracaídas?¿Parapente?¿Avión?

Si superas la pregunta 4, adelante. Ya puedes pegar un salto porque al fin estarás volando... y seguirás acumulando experiencias.

No hay comentarios: