16 febrero 2009

Perdiendo la batalla.

¿Quién soy yo? Sólo un cúmulo de ilusiones y fantasías. Un borracho de sentimientos encontrados. Un raíl corroído sin destino. Dando tumbos inciertos me despierto en la noche y no hay estrella que me guíe. No hay rumbo ni sentido, ni ilusión para seguir danzando. Una herida desespera ser curada. Una costra enmascarada por el miedo y la avaricia. Un satélite de mi mismo que gira alrededor por y para siempre. Y no, no soy nada. Un abismo, una letra y el paraíso perdido. Una lágrima derramada en el mar de las lagrimas derramadas, donde tan sólo es una mas, que se diluye y se entierra y pasa a ser nada de nuevo. Una imagen en el espejo y nadie en el otro lado. Un abrazo a una figura de arena, que se deshace cuanto más fuerte aprietas. Y unas risas, unos juegos, unas palabras que vuelan y promesas que se van detrás. Unos llantos, unos gritos, unos soplos y más instantes que no volverán. Una vida, una sola, una derrota... una; y ninguna más.

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