03 junio 2010

Cual Ave Fenix

Hola mis Porkulianos. No temáis, no he muerto ni he desaparecido (de momento) debido a meter las narices donde uno supuestamente no debe. Todo este espacio de tiempo en silencio ha sido el necesario para resarcirme de un varapalo personal y social que todavía está cicatrizando. Mientras me preocupaba por el mundo, luchar contra el sistema, abrir los ojos y hacer pensar como individuos a aquellos que me leen, sufrí en mis propias carnes parte del problema del sistema: Me despidieron de mi trabajo.

Ha sido muy duro para mi volver a coger las riendas de mi vida, deshacerme de los sentimientos aprendidos, romper mi rutina, despedirme de los que día a día se convirtieron en más que compañeros de trabajo y pensar en mí y en mi futuro. En todo este proceso, he tenido que hacer esfuerzos por no decaer. Lo primero que pensé fue: Bien, he de sentirme productivo. Uno de los problemas asociados al trabajo y a la falta de este, es precisamente ese. Somos máquinas de producir, para eso nos han educado y nos han formado. En este sistema, no somos más que objetos de producción y normalmente para un tercero, el cual realmente es quien ve los beneficios de tu trabajo, dándote a ti una migaja para que estés suficientemente contento para seguir produciendo su riqueza, normalmente muy mal distribuida y es por esto que las brechas sociales son tan grandes: Grandes fortunas ante mileuristas. Este es el engaño del capitalismo, y el que he podido ver y observar ahora desde un punto de vista diferente: el de un parado más.

En este tiempo, decidí ponerme manos a la obra, sentirme útil, pero desde el punto de vista "personal". Así pues, herramientas en mano, ideas en mente, me puse como un carpintero a arreglar la habitacion "de los trastos" que teniamos todavía en el piso. Recogí todos los muebles que me parecieron útiles de la calle (sí, sí, de los que tira la gente a la basura) y me propuse reciclarlos. Así que, esto es, no sólo un trabajo físico, sino también la expresión de mis pensamientos filosóficos, de un esfuerzo mental y de una superación social que han dado este resultado.

Durante el transcurso de estos meses, he tenido la posibilidad de pensar. Parece algo banal esto que digo, pero ni mucho menos. Muchas veces la monotonía y la comodidad que nos brinda un trabajo estable nos convierte en zombies de nosotros mismos, inculcándonos miedos y haciendonos olvidar nuestros sueños y propósitos vitales. Es más, una vez desde fuera, me he dado cuenta que incluso el tiempo pasa mucho más rapido cuando estas en ese estado de supuesta tranquilidad. Quizá yo no esté hecho para eso... y si dicen que todo ocurre por una razón, creo que mi razón ha sido forzarme a vivir mis sueños. Así que, manos a la obra: En cuanto pude me apunté a cursos de cosas que siempre he querido saber y aprender. Primero: dibujos animados. Segundo: Producción de Música Electrónica. Siempre pisando con los pies en el suelo, mi intención es dar salida a todas las ideas y creaciones que rondan mi cabeza y es por esto que la idea de volver al mercado laboral con un trabajo más creativo. De momento, sentando las bases de lo que será mi futuro, y por ahora tengo mucha ilusión en lo que tenga que venir. Puedo atreverme a decir que incluso me siento más vivo que nunca, y el gusanillo del miedo a lo que vendrá, esa incertidumbre es lo que me empuja a crear y estar con los ojos bien abiertos.



Durante todo este tiempo la verdad que he estado más preocupado por mí, reorientandome, e igualmente el mundo ha seguido avanzando. Desde luego que estan pasando cosas, y muchas, a una velocidad increible, y no hay más que estar atento a los medios de des-información para ver que ya hasta ellos se hacen un hueco. Pero esto, para otro día. De momento, vuelvo a estar aquí. Bienvenidos de nuevo.