15 junio 2020

Usaremos la Mayéutica, como aquél filosofo antiguo.

Hoy os quiero contar qué pasa cuando a uno le da por ser hereje en el significado total de la palabra: como persona que asume la posibilidad de elegir libremente seguir un dogma diferente del que le es impuesto por una doctrina, religión o secta. Pues meses atrás cuando empezó todo esto y los frikis conspiranoicos tenemos claro que son planes orquestados salíamos a la palestra como los raritos egoístas que no creen que puedan contagiar y son asesinos potenciales, se nos ridiculizaba de la manera más tonta. Incluso todavía hoy en día con un "lo han dicho en la tele" se quedan tan panchos. Pues resulta amigos que esto es mas viejo que el cagar, y en lógica, la ciencia de la filosofía, se le llama Apelar al ridículo. Y hasta tiene fórmula. A partir de esta frase, sólo voy a usar cortapegas de lógica, así que puede ser algo denso pero si lo descifráis, veréis a qué nos enfrentamos en esta sociedad unipensante;

La apelación al ridículo es una falacia en la que se presentan los argumentos del oponente de manera tal que parezcan ridículos o irrisorios. Es un tipo de falacia por apelar a las emociones, y con frecuencia es una extensión de un intento por crear una falacia del hombre de paja

Falacia es un argumento que parece válido, pero no lo es.

Apelar a las emociones o argumentum ad passiones es una falacia en la que se trata de manipular las emociones del oponente o del público, en lugar de usar argumentos válidos. Este tipo de falacia es más evidente en personas que dejan que sus emociones o consideraciones subjetivas influyan en el proceso de razonamiento.

La falacia del hombre de paja o del espantapájaros es una falacia que consiste en caricaturizar los argumentos o la posición del oponente, tergiversando, exagerando o cambiando el significado de sus palabras (del oponente) para facilitar un ataque lingüístico o dialéctico.

Y podría seguir con este interesantísimo tema, pero voy a poneros unos cuantos ejemplos, a ver si podéis clasificarlos en lo antes mencionado:

  • Si la teoría de la evolución fuera cierta, ¡tu abuelo era un gorila!
  • Si crees en Dios ¿por qué no crees en  Papá Noel y en los pitufos? 
  • a: Creo que es malo que los adolescentes vayan solos de vacaciones.
    b
    : Obligar a nuestros hijos a quedarse encerrados en casa es perjudicial para su desarrollo emocional. (El argumento de A en ningún momento propuso que los adolescentes debían quedarse encerrados en sus casas.)
  • Piensa en los niños.
  • El chocolate te pudre los dientes. Y te pone nervioso. Hitler comía chocolate.
Y ahora, un poco de lógica actual:
  • Mira, vale, la mascarilla no proteje, pero ponte mascarilla, hazlo por los demás.
  • Si vas a ver a tu madre eres un egoísta, no ves que puedes matarla.
  • a: Yo tomo y he comprobado que tomar Dioxido de Cloro no solo no es tóxico, sino que me ha curado.
    b: Ya claro, bebes lejía y te crees superman.
  • a: No me fio nada de que esta pandemia sea real y  no pienso vacunarme.
    b
    : Otro que se pone el gorrito de papel albal...
Espero que en esta clase rápida os sirva para ser críticos y aprender a distinguir los tipos de argumentos en los programas de televisión y en la política actual: tenéis muchas oportunidades para practicar y veréis que la lógica es un mundo muy bonito para poder debatir y rebatir. Pero cuando parezca que les haces dudar, que al fin y al cabo para eso sirve debatir, no te creas vencedor, usarán lo que han usado contra Miguel Bosé: el argumento ad hominem.

Y al final, como esto de la mayéutica (en la filosofía socrática, diálogo metódico por el que el interlocutor interpelado descubre las verdades por sí mismo.) ha quedado anticuado y huele a chotuno, para qué vamos a debatir, pudiendo arreglar esto a hostias.

... y a hostias acabaremos.

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