Pues parece que no hay nada que hacer: estos meses de confinamiento han achicharrado los cerebros de la mayoría y no hay manera posible de que duden de lo que dice la TV. Ahora, todos los informativos, programas de corte costumbrista y prácticamente cualquier espacio televisivo es una oda y adoctrinamiento hacia la vacunación como solución a todos nuestros males.
Mientras, en el mundo, se acabaron los viajes. Se acabaron los festivales de música. Se acabó la libertad por un engaño perfectamente orquestado: las nuevas generaciones de seres libres se pasan el día postureando en instagram o haciendo los mismos, ridiculos e idénticos bailes pueriles en tiktok mientras les prohíben vivir con leyes absurdas y normas a cada instante, porque les importa una mierda su libertad ni razonan ni usan el pensamiento crítico. Nos despedimos de lo normal y aplaudimos, a las 20h en el balcón, a la nueva normalidad de anormales normalizados. Ponte bozal, calla, obedece, no pienses, ten miedo y todo irá bien.
Esta nueva horda de zombies palpitantes de boca tapada y generadores de basura plástica es capaz de ver en la televisión cómo van dando positivos y positivos en los tests poco fiables a un virus incapaz ni siquiera de enfermar a la grandísima mayoría de la población, o lo que es lo mismo, que más del 70% de los ancianos en residencias que dan positivo son asintomáticos y aún así llevarse las manos a la cabeza, hacer aspavientos, y gritar REBROTE como si no hubiera mañana: Si no somos capaces de entender de una vez que asintomático significa sano y que sano no hay rebrote posible, y parece que no somos capaces, ¿no crees que a partir de aquí pueden hacer lo que quieran con nostros? Nos han lavado el cerebro de tal manera que no somos capaces de discernir el peligro.
Y es que salgo a la calle y veo el miedo y en cada bozal, la batalla perdida... GAVI 1 - Humanidad 0.
No hay comentarios:
Publicar un comentario